jueves, 14 de abril de 2016

Monumento a La Paz

La edificación del monumento a la Paz surgió como idea de la entonces Primera Dama de Venezuela Betty Urdaneta de Herrera Campins, trujillana, y la Gobernadora de esa misma entidad Dora Maldonado de Falcón. La Virgen de la Paz es la patrona de la ciudad de Trujillo desde el siglo XVI.
El 21 de diciembre de 1983, año bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar, se inauguró El Monumento a la Paz, cuya construcción duró 18 meses, con la bendición litúrgica del recién ordenado cardenal José Alí Lebrún Moratinos. La estatua muestra a la Virgen María con una túnica azul, obra realizada por el escultor Manuel de la Fuente y el ingeniero Rosendo Camargo y contó con la colaboración del presbítero Juan Francisco Hernández. El monumento está levantado sobre una estructura de acero, que constituye el esqueleto de la escultura vacía en concreto, tiene un peso de 1.200 toneladas repartidas en 46 metros de altura, de las cuales 8 toneladas es el peso tan sólo de la cabeza de la efigie. El costo de este monumento que rinde culto a la advocación de María fue de 9.000.000 de bolívares venezolanos.
A pesar de que el Papa Juan Pablo II nunca visitó Trujillo, la dedicación del monumento a la Paz contó con la presencia del embajador de Venezuela ante el Vaticano, Luciano Noguera Mora y vino acompañada de un mensaje televisivo del Papa que se difundió a la comunidad católica venezolana.
En el discurso que pronunció el escritor trujillano Mario Briceño Perozo, durante la dedicatoria del monumento, al referirse a la tradición de subir hasta la Peña de la Virgen, dijo:

“Los alrededores de la peña ofrecían una vegetación exuberante. Los cafetales empapados de rocío bajo la protección de los altos bucares coronados de púrpura silvestre. Y a ambos lados del sendero de musgo, los helechos, el estoraque y las pascuitas que bajarán a la ciudad a perfumar el pesebre casero.”

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