La estatua se encuentra ubicada entre el Valle de los Cedros y
el Zanjón de Los Mucas, a unos 565
Km . de Caracas. Desde Maracaibo, pasando por
la ciudad de Valera, se llega al monumento a la Paz por la autopista Valera - Trujillo. Si se
viene del norte, pasando por Pampán y Pampanito, para luego caer
en la antedicha autopista. Si se viene de Boconó, se puede cortar camino
por la vía que sale de Siquisay y que llega hasta La Plazuela. Todas
las vías están muy bien asfaltadas, aunque en algunos tramos puede resultar
bastante estrecha.
Monumento A La Virgen De La Paz
Conoce Más Sobre el Majestuoso Monumento Arquitectónico, Cultural, Religioso y Turístico que Enorgullece el Getilicio Venezolano
jueves, 14 de abril de 2016
Cueva de La Virgen
Bajando la montaña desde la base de la peña de la Virgen , por senderos no
pavimentados a un costado del monumento, se llega a unas cuevas a donde se
puede entrar, denominadas en conjunto «cueva de la Peña de la Virgen II ».
El folclore local reconoce que las cuevas se
interconectan y que los indios del pasado las usaran no solo para sus
ceremonias religiosas sino también para trasladarse a través del Estado. Otras
cuevas y grutas a pocos kilómetros de radio en los alrededores de la ciudad de
Trujillo incluyen las Cuevas de la
Peña de la
Virgen I , «cueva El Zamurito» y «cueva El Ronco». Sin
embargo, los movimientos de las montañas andinas a través de los años
han cerrado definitivamente los supuestos pasadizos.
Los fieles de la
Virgen visitan con frecuencia estas cuevas, a menudo en
Procesiones Religiosas de Feligreses, y agradecen los favores de la Virgen colocando sus
ofrendas y velas. Hay dos miradores por la parte posterior del monumento.
Miradores
Vista
del oeste de la ciudad de Trujillo desde la base del Monumento a la Virgen de la Paz , Cerro Peña de la Virgen.
El monumento cumple la función de un extraordinario mirador:
ascendiendo por dentro de la estatua, mediante escaleras que rellenan todo el
interior de la estatua, los visitantes pueden detenerse en cada uno de los
cinco miradores: cuatro miradores que buscan los cuatro puntos cardinales, y un
quinto a la altura de los ojos. Muchos visitantes prefieren permanecer en los
primeros miradores y no ascender a los más altos, debido a la sensación
de vértigo que produce la inusual altura.
·
Primer Mirador: está ubicado al nivel
de la rodilla de la virgen, a 18
metros de la base, al que se asciende en elevador
mecánico. Desde esta altura se pueden divisar la ciudad de Trujillo,
capital del estado homónimo.
·
Segundo Mirador: ubicado en la mano
izquierda de la estatua, 4
metros más arriba que el primer mirador, puede verse la
ciudad de Trujillo y sus alrededores, incluyendo los Llanos de Monay, el embalse
de Agua Viva, Betijoque, Motatán, los campos agrícolas del Municipio
Pampanito e Isnotú—lugar de nacimiento de José Gregorio
Hernández. Solo se asciende por escalones amplios.
·
Tercer Mirador: ubicado en la mano
derecha de la estatua, a 26
metros . Se puede observar desde esta altura la Teta
de Niquitao, que con 4.006
metros de altura es el punto más alto del Estado
Trujillo.
·
Cuarto Mirador: ubicado al nivel de
la cintura de la virgen, a 28
metros , al que también se sube en ascensor. Se divisa
desde aquí La Ceiba ,
y la costa oriental del Lago de Maracaibo, las crestas de la Sierra Nevada
de Mérida, varios páramos y la geografía trujillana hasta
el Estado Lara.
·
Quinto Mirador: ubicado en los ojos
de la virgen, a 44 metros ,
es desde aquí que se obtiene la vista más extensa e impresionante. Se sube
siguiendo más de 200 escalones amplios.
Además de los miradores, el monumento consta de una capilla o
centro de oración y recogimiento espiritual y un campanario que
repica cada media hora.
La cúpula de la capilla está decorada con un vitral en
el centro del cual luce una paloma rodeada de colores luminosos que hacen
alusión al esplendor espiritual del símbolo.
Culto a La Virgen de la Paz
El monumento a la
Paz , demuestra como el discurso arquitectónico es capaz de
generar una sinergia discursiva entre la naturaleza-enunciado y el
enunciado-religioso, capaz de llevar al observador a un estado especial de
percepción de lo sagrado.
Las ferias patronales en honor a la Virgen de la Paz se celebran en Trujillo el
24 de enero, con frecuencia extendiéndose hasta el día 30 de enero. Durante las
fiestas patronales el Monumento a la
Paz es uno de los puntos de más actividades religiosas en el
estado Trujillo, como misas y procesiones, así como ferias
gastronómicas, culturales y recreativas; las cuales se extendieron a La Plazuela e Isnotú.
Decenas de feligreses también se dan cita en la Peña de la Virgen cada año
para Semana Santa solo para orar en el adjunto centro de oración y recogimiento
espiritual de la monumental estatua de la madre de Jesús y pedirle allí por el
bienestar de familiares y amigos, pagar promesas, cantar salves o para darle
gracias o retribuirle por algún favor recibido. La «Marcha de la Paz », que se realiza cada año
durante Semana Santa, parte a primera hora de la mañana desde la sede del
Seminario Católico de la ciudad de Trujillo y culmina con una misa en la
capilla del monumento.
Monumento a La Paz
La edificación del monumento a la Paz surgió como idea de la entonces Primera Dama
de Venezuela Betty Urdaneta de Herrera Campins, trujillana, y la Gobernadora de esa
misma entidad Dora Maldonado de Falcón. La Virgen de la Paz es la patrona de la ciudad de Trujillo desde
el siglo XVI.
El 21 de diciembre de 1983, año bicentenario del nacimiento
de Simón Bolívar, se inauguró El Monumento a la Paz , cuya construcción
duró 18 meses, con la bendición litúrgica del recién ordenado cardenal José
Alí Lebrún Moratinos. La estatua muestra a la Virgen María con una
túnica azul, obra realizada por el escultor Manuel de la Fuente y el ingeniero
Rosendo Camargo y contó con la colaboración del presbítero Juan Francisco
Hernández. El monumento está levantado sobre una estructura de acero, que
constituye el esqueleto de la escultura vacía en concreto, tiene un peso de
1.200 toneladas repartidas en 46
metros de altura, de las cuales 8 toneladas es el peso
tan sólo de la cabeza de la efigie. El costo de este monumento que rinde
culto a la advocación de María fue de 9.000.000 de bolívares venezolanos.
A pesar de que el Papa Juan Pablo II nunca visitó
Trujillo, la dedicación del monumento a la Paz contó con la presencia del embajador de
Venezuela ante el Vaticano, Luciano Noguera Mora y vino acompañada de un
mensaje televisivo del Papa que se difundió a la comunidad católica venezolana.
En el discurso que pronunció el escritor trujillano Mario
Briceño Perozo, durante la dedicatoria del monumento, al referirse a la
tradición de subir hasta la Peña
de la Virgen ,
dijo:
“Los alrededores de la peña ofrecían una vegetación exuberante.
Los cafetales empapados de rocío bajo la protección de los altos bucares
coronados de púrpura silvestre. Y a ambos lados del sendero de musgo, los
helechos, el estoraque y las pascuitas que bajarán a la ciudad a perfumar el
pesebre casero.”
La Leyenda
El nombre del monumento, del lugar y de la Virgen hace referencia a la
leyenda de su aparición. En el cerro llamado Peña de la Virgen , según cuenta la
leyenda, fijada a finales de los años 1550, apareció la imagen de la Virgen María a varios
vecinos del pueblo de Carmona. Con facciones muy originales y un gran ánimo de
juventud, la joven aparecía caminando por las tardes a comprar velas para su
lumbre, y fue en una pulpería donde unos hombres le preguntaron: ¿Por qué anda
sola? y ella les respondería: «sola no, sino con Dios, el sol y las
estrellas». Otra versión de la respuesta es: «hijos no se les
olvide que ando con Dios, mi protector». Al seguirle los pasos, los
vecinos observaron que se ocultó entre una roca y de inmediato comenzaron a
observar algunos destellos en la peña y descubrirían entonces de que no era una
joven mortal que vivía en la comunidad, sino que era la Bienaventurada
Virgen María.
Tiempo después pensaron que el lugar donde se ocultó era la
cabecera de tres ríos, los cuales ella contenía con su majestad, porque de lo
contrario éstos se desbordarían para arrastrar a los moradores de la ciudad.
La Virgen de La Paz
Los orígenes de la imagen de la Virgen de la Paz se remota probablemente
al siglo VII, asociado con San Ildefonso de Toledo (606-667),
un arzobispo de Toledo, España, destacado por su devoción a la Virgen María. La
tradición relata que durante una noche de diciembre Ildefonso entró en
la Catedral de Santa María de Toledo, impresionado por una gran
iluminación dentro del templo, a lo que reporta ver a la Virgen sentada en la silla
del arzobispo, un acto que fue interpretado como aprobación a las enseñanzas de
Ildefonso. San Ildefonso murió el 23 de enero, y el 24 de enero se ha
dedicado a recordar el milagro.
También se cuenta que en el año 1085, durante la
invasión musulmana a España, hubo una batalla en la que se disputaba la Catedral de Santa María
de Toledo. Los atacantes se habían asentado en España, y planeaban convertir la
catedral en una mezquita, en cuestión de un año los jefes musulmanes
cambiaron de parecer y retornaron el templo a los cristianos. 1516 El incidente
se produjo durante la víspera del 24 de enero, y los seguidores de la Santa Virgen aseguran
que tenía que ver con la Virgen
de la Paz , quien
milagrosamente había actuado para salvaguardar la fe cristiana.
La zona donde ahora está erigido el monumento a la Paz era habitada por una
sociedad aborigen conocida como Eskuke, lugar donde se produjo una sublevación indígena
dirigida por el Cacique Pitijoc,17 18 de
la etnia cuicas quienes, según la hipótesis Chibchano-Paezano,
tenían una misma raíz que los Chibchas y Muiskas
colombianos en contra de los colonos venidos de España. Derrotados
los indígenas se fundó la ciudad de Trujillo el 9 de
octubre de 1557 y se instauró la fe de la Virgen de la Paz en sustitución de la diosa
indígena Ikake.
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